Vencer a Petro, o salvar a Colombia

Erwin Lechuga

9/25/20252 min read

worm's-eye view photography of concrete building
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El discurso político como antesala a las elecciones presidenciales de 2026 oscila entre vencer a Petro o salvar a Colombia, a primera vista pareciera que estuviésemos hablando de lo mismo, pero en realidad son dos premisas diferentes. La una, está enfocada simplemente en derrotar a Gustavo Petro y su proyecto político, la otra, es complicada, y tiene como propósito enrutar al Estado colombiano por los rieles del progreso, la ley y el orden.

Vencer a Petro es algo mediato, es la necesidad de pasar la página ante un gobernante funesto para un país que soñaba con más justicia social, salvar a Colombia, demanda tiempo, esfuerzo, propuestas claras pero realizables, y un liderazgo aterrizado, sincero y comprometido con el país.

A pesar de la abismal diferencia, se confunde lo uno con lo otro, por eso es que muchos precandidatos(as) y candidatos(as) presidenciales, han enfocado su discurso en Petro y su corrupto gobierno, han creído que con vociferar a los cuatro vientos sobre la inconveniencia de reelegir a otro gobierno de izquierda cercano al petrismo, van a arreglar el país.

No confío en aquel que se muestra como libertador de todos los males que azotan hoy a Colombia, ya Petro nos demostró que eso de hablar mucho no se traduce en ser un buen gobernante, de hecho, el filósofo y escritor de la época de la ilustración, Denis Diderot, advirtió para la posteridad lo siguiente: «Cuidado con el hombre que habla de poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden siempre significa poner las cosas bajo su control»

Hay que excomulgar esas ideas de creer que un emancipador nos colocará en la senda del progreso, la situación tan lamentable en la que se encuentra el país, se edifica a partir del fortalecimiento de las instituciones públicas, del concurso de los diferentes poderes públicos - ejecutivo, legislativo y judicial- así como del empresariado y la ciudadanía en general.

Lamentablemente nos gusta imaginarnos salvados, cuando en realidad del aporte de cada uno, depende nuestra salvación y que no pasa justamente por el populismo de derecha y mucho menos de izquierda. Los hombres pasan, las ideas permanecen, pero en Colombia las cosas caminan a la inversa, queremos a toda costa ensalzar individuos para sentirnos dirigidos, porque nos cuesta pensar y tomar decisiones por sí mismos.

No podemos permitirnos, caer en la trampa mortal del discurso pendenciero y arrogante de candidatos arropados con ideas de soluciones fantásticas, cuando lo cierto, es que estamos en un momento complejo al que el próximo gobierno, le tocará hacerle frente con los mejores talentos y capacidades si se quiere atravesar la oscura noche.

Con la polarización política que nos invade, que se recrudecerá en los meses siguientes por la próxima contienda electoral, deberíamos tomar como ejemplo a las águilas, que pudiendo descender a baja altura se encumbran en los cielos para vislumbrar la plenitud del horizonte, en ese mismo sentido deberíamos seguir el ejemplo, y no permitir que nos encierren en un corral de básicas emociones y en cambio, tengamos la gallardía de remontarnos al firmamento de grandes ideas por el bien de nuestra Colombia.

Y usted, ¿está listo para para vencer a Petro, o salvar a Colombia?